El TDAH es una de las primeras causas del mal rendimiento y fracaso escolar. Los niños con Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH) presentan dificultades en el aprendizaje, ya sea por las características propias del trastorno o por los frecuentes trastornos del aprendizaje comórbidos, concretamente en la lectura, la escritura y el cálculo.
Por un lado, el TDAH se caracteriza por la inatención, la escasa inhibición de sus impulsos, la baja motivación, la desorganización y una baja memoria de trabajo, todo esto repercute de forma significativa en el ámbito escolar.
Estos niños presentan limitaciones en el razonamiento matemático y también tienen dificultades en la expresión y comprensión del lenguaje oral y escrito. Asimismo, en los estudiantes con TDAH solemos encontrar una baja autoestima, problemas de conducta y conflictos con sus compañeros, lo que produce un impacto negativo en el área académica.
- DISLEXIA: es el trastorno del aprendizaje que más se asocia al TDAH. Tiene una base neurobiológica, con una prevalencia en la población general entre un 5 y un 17%, y entre un 8 y un 39 % en personas con TDAH. Los niños con dislexia muestran dificultad en la conciencia fonológica, en la asociación fonema-grafema, en la lectura y escritura (omisión, sustitución, inversión y rotación de las letras) y en la memorización de secuencias verbales. Las manifestaciones irán variando a lo largo de la vida del sujeto.
Con tratamiento puede llegar a tener una lectura precisa, no obstante, siempre será una lectura menos automatizada, con baja velocidad lectora y poco dominio ortográfico.
La distinción entre ambos trastornos puede resultar complicada ya que el TDAH facilita los errores en la lectoescritura por su falta de atención y, por otra parte, la dislexia hace que el niño se desmotive de la tarea y se distraiga o se inquiete a consecuencia de la frustración que siente a la hora de trabajar.
- DISCALCULIA: también tiene base neurobiológica. Causa una gran repercusión en el rendimiento académico; tiene una prevalencia en la población escolar entre un 3 y un 6%, y una comorbilidad con el TDAH del 26%. En los niños con discalculia observamos problemas en el área de matemáticas: dificultades en la identificación de números y signos; inversión, rotación y transporte de números; dificultad para interpretar enunciados y comprender de conceptos, reglas, formulas o secuencias; etc.
- TRASTORNO DEL APRENDIZAJE NO VERBAL: no está tan investigado, de hecho, no existe un consenso entre los autores. Pese a ello, sabemos que los niños que sufren dicho trastorno presentan dificultades visuo-espaciales, de inteligencia social (no interpretan o no entienden parte de la información no verbal y suelen mostrar dificultades en los aspectos pragmáticos del lenguaje y en la comprensión de inferencias), y de coordinación. Respecto a los aprendizajes escolares los niños manifiestan dificultades en la grafía, la mecánica y comprensión de la lectura, las matemáticas, la velocidad de escritura, el orden y la autonomía.
Al ser el TDAH una de las primeras causas del mal rendimiento y fracaso escolar es imprescindible hacer un correcto diagnóstico. Debemos tener en cuenta que existes altas comorbilidades con otros trastornos específicos del aprendizaje que podrían estar influyendo de manera sustancial en el rendimiento académico. Hacer un diagnóstico preciso nos permitirá una intervención completa y eficaz, así como poder realizar las adaptaciones escolares pertinentes.
La intervención psicopedagógica debe dirigirse por un lado a compensar las dificultades, y por otro a potenciar las habilidades.