El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se caracteriza por la presencia de uno de estos tres síntomas:
La FALTA DE ATENCIÓN es el síntoma más difícil de detectar en edades infantiles. Se caracteriza por:
- Distracción y falta de concentración
- Parece no escuchar
- Tiene errores de memoria
- Poca autonomía de trabajo
- Tiene una pobre planificación y organización
- Es inconstante en las tareas académicas
- Parece irresponsable ante las demandas
- Tiene dificultades para acabar un trabajo
- Le cuesta cumplir órdenes e instrucciones
- Es desorganizado y descuidado en las tareas diarias.
La inatención suele aparecer cuando se inicia la etapa infantil, y sus síntomas perduran a lo largo de la adolescencia y la edad adulta.
La HIPERACTIVIDAD es el síntoma más fácil de reconocer y el más conocido por todos.
Se caracteriza por:
- Movimientos excesivos en momentos que no son los adecuados.
- Tiene conductas de riesgo. No percibe el peligro.
- Habla demasiado.
- Hace ruido constantemente.
- Tiene mala postura al sentarse.
- Tiene cambios constantes de actividad.
- Rompe material. Todo se le cae.
La IMPULSIVIDAD es el síntoma menos frecuente de los tres.Las personas que lo padecen se caracterizan por la presencia de los siguientes síntomas.
- Solicita atención constante
- Interrumpe
- No sabe esperar
- No tiene visión de futuro
- Se precipita en sus respuestas
- Tiene baja tolerancia a la frustración
- Tiene dificultades en el control emocional
- Su juego, a veces, es destructivo o agresivo
- Tiene dificultades en las relaciones sociales
- Emplean menos tiempo y esfuerzo en sus tareas
- Arriesgan demasiado y no piensan en las consecuencias.